El sentido del humor en la pareja y el amor – Parte IV

Él dijo, ella dijo

Las diferencias de género en el humor no son tan predecibles como se cree. Según el estudio de Bippus, los hombres percibían, en promedio, más humor en las conversaciones de pareja, pero las mujeres producían más humor, lo que contradice el estereotipo de que los hombres son el sexo más divertido.

Sin embargo, hay varios temas que surgen al respecto. Muchas mujeres tienden a utilizar el humor como una forma de mejorar la relación, mientras que los hombres pueden usarlo para mejorar su propia persona. En una cena familiar, por ejemplo, una mujer puede volver a contar una historia de un momento cómico que todos compartieron. Por el contrario, es más probable que un hombre trate a los invitados como su propio público y busque que todos se rían de sus chistes. En este sentido, Mary Crawford, profesora de Psicología y Estudios de la mujer en la Universidad de Connecticut, descubrió que a los hombres les gustan las bromas y los chistes más que a las mujeres, mientras que ellas tienden a encontrar más diversión en la narración de anécdotas en las que todos puedan participar.

«A veces, el modo de los hombres para expresar su cercanía hacia otros hombres es cargándolos. Cuando ellos intentan utilizar el mismo tipo de humor con las mujeres de sus vidas, no logran el mismo efecto, o muchas veces logran lo contrario», detalla Markman.

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Defendé la alegría!

Entonces, los hombres y las mujeres, ¿tienen dos tipos de humor tormente diferentes? «Probablemente no», responde Crawford. Las diferencias tienen menos que ver con la testosterona y mucho más, con el contexto. Después de todo, los hombres todavía tienden a tener más estatus en nuestra sociedad, y muchos estudios han demostrado que las personas con poder usan el humor de forma diferente del resto. «Se podría decir que existe una manera especial en que las personas con un alto estatus social utilizan el humor. De hecho, cuando el jefe hace una broma, se ríe todo el mundo», refiere Crawford. Como cualquiera que haya trabajado con un jefe chistoso puede dar fe, el humor tiene mucho que ver con quien lo maneje, y lo que pretendía ser un comentario ingenioso puede termina siendo estrepitosamente aburrido o parecer cruel, de acuerde con el contexto, o si se trata de una relación difícil o desequilibrada. Eso también sucede en las relaciones amorosas, segúr dan cuenta los psicólogos: tener problemas por el humor es normalmente un síntoma y no la causa de una dificultad. Todo tiene que ver con el momento. Si tu pareja no puede soportar una de tus bromas, ponte a pensar, en un principio, cuáles son tus verdaderos motivos para haberla hecho. ¿Realmente estabas tratando de ser útil? Tal vez no era el momento adecuado o e tema apropiado para tratarlo con humor.

No obstante, según entiende Bippus, el humor es una estrategia de comunicación importante y muy flexible, por lo que no hay que avergonzarse de usarlo. Es también una gran parte de lo que nos hace humanos. «Una vez, cuando mi hermana se puso unas pantuflas de gorila, el perro atacó sus pies», relaté Bippus. «Lógicamente, se rió, como hubiese hecho cualquier persona en su lugar. Lo genial de los seres humanos es que podemos ver la incongruencia como algo más que una amenaza». Cuando se utiliza bien, el humor nos ayuda a ponernos en perspectiva, a ver más allá de nuestros miedos y tristezas y a llegar a la gente que amamos con un toque de luz. Tal vez Jessica Rabbit tenía una sabia verdad, después de todo.

Por Polly Schulmar

«Psychology Today»