Prevení el maltrato

¡Arriba la autoestima !

La baja autoestima nos vuelve más dependientes, sumisos y propensos a ser agredidos por quienes nos rodean. Aprendé a quererte y a valorarte por lo que sos, para que los de respeten de igual manera.

En la mayoría de los casos, el maltrato que recibimos en los vínculos que establecemos con otras personas está estrechamente ligado a cómo nos relacionamos con lo que somos y a cuánto nos valoramos. Siempre que una persona ejerce un maltrato, hay otra que se deja maltratar. El cambio empieza por uno. Nuestra autoestima, el concepto que tenemos sobre nuestras capacidades, no está constituido sólo por nuestra forma de ser, sino que también influyen nuestras experiencias vividas, nuestros éxitos y fracasos, las relaciones que forjamos, las sensaciones que vivimos. Si tenemos una buena percepción de quiénes somos, vamos a tener mayor control sobre lo que nos pase y cómo nos traten los demás.

baja autoestima

Un espejo peligroso

Una persona con baja autoestima suele sentirse insegura, desconfía de sus propias capacidades y teme equivocarse, por lo que intenta evadir la toma de decisiones. Necesita fervientemente la aprobación de los demás, que pueden llegar a aprovecharse de esta evidente fragilidad. Este sentimiento de inferioridad genera una timidez que nos dificulta el relacionarnos con otras personas, hacer amigos nuevos o mantener los que tenemos, porque siempre estamos pendientes del qué dirán, con un excesivo temor a ser rechazados y abandonados. La dependencia afectiva, en algunos casos, puede propiciar el maltrato dado que, con tal de no perder los vínculos que logramos, nos aferramos a relaciones que muchas veces pueden ser dañinas. ¡No desesperemos! La suerte nunca está echada; siempre podemos hacer algo por revertir nuestra propia autoestima.

Yo me quiero

Es importante que volvamos a evaluar nuestras creencias e inclinaciones más íntimas, lo que pensamos y sentimos, el modo en que nos comportamos, y nuestro «yo social», es decir, el modo en que los demás nos ven, de acuerdo con lo que nosotros mismos reflejamos. Una buena autoestima, que nos permita transmitir una imagen firme y respetable a los demás, se caracteriza por:

–    Afrontar los retos con optimismo, dejando atrás el miedo al fracaso y asumiendo responsabilidades.

–    Comunicar con simpleza lo que esperamos de los demás, valorar nuestras relaciones sociales y tener iniciativa para acercarnos al otro.

–    Saber aceptar las frustraciones con entereza y aprender de los errores, pero ser creativos y perseverantes para lograr lo que nos habíamos propuesto.

–    Mostrar nuestros sentimientos y emociones con total libertad.

–    Tener una visión realista y positiva de nosotros mismos.

–    Prescindir de la aprobación de los otros, porque no somos ni mejores ni peores que nadie.

El equilibro justo

Debemos ser conscientes de que es tan malo tener una baja autoestima como pecar de engreídos. Tratarnos bien a nosotros mismos, planteándonos metas razonables, nos va a ayudar a consolidar una autoestima saludable. Para conseguir el grado justo de amor propio, lo primero que debemos hacer es conocernos y reconocer nuestros defectos, y también nuestros dones. El objetivo es llegar a querernos y aceptarnos de forma positiva, es decir, tener una autoestima sana y equilibrada, guiada por el amor y el realismo. Si logramos esto, además de sentirnos mucho mejor y de prevenir el maltrato (tanto de los demás como de nosotros mismos), vamos a obtener muchos otros beneficios:

–    Un enfoque más positivo y optimista de nuestra vida.

–    Más independencia.

–    Mayor autoconfianza y creatividad.

–    Manejo de los sentimientos negativos.

–    Menos tensiones y estrés.

–    Mejor equilibrio emocional y capacidad para el disfrute.

El maltrato tiene que ver con una falla en nuestro amor propio, en cómo nos tratamos a nosotros mismos y, por consiguiente, en cómo dejamos que nos traten los demás. Con el fin de prevenir situaciones que nos angustien y nos hagan sentir inferiores, es fundamental trabajar sobre la autoestima, para que nuestra vida deje de estar rodeada de críticas y desaprobaciones, y se llene de alegría, amor y cuidados.

5 CONSEJOS IMBATIBLES

  • El primero que debe mimarte sos vos. Prestarte atención no es una pérdida de tiempo, sino una inversión para toda tu vida. Tenelo en cuenta.
  • Aceptate tal y como sos, con tus mejores cualidades y tus defectos. Nadie es perfecto ni pretende serlo, así que no te sobreexijas.
  • Premíate por tus logros. Aunque sean cosas chiquitas o no tan trascendentes, todo vale. Lo importante es que te sientas bien, así que nadie mejor que vos para valorar tus logros, sin esperar a que los demás lo hagan.
  • ¡Simplificá tu vida! Enfócate en los objetivos que realmente son valiosos y dedicá toda tu energía a cumplirlos. Viví intensamente y sin miedos.
  • Date tiempo para hacer las actividades que más te gustan y que mayor placer te generen. Disfrutar plenamente de lo que estás haciendo va a ayudarte a que te sientas del mismo modo con vos mismo.